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Little Ferry ha tenido su cuota de residentes famosos, entre ellos Buddy Valastro, estrella del programa de televisión Cake Boss, así como el portero de hockey sobre hielo Chico Resch, que jugó para los New Jersey Devils y los New York Islanders.
En la parte norte de la ciudad se encuentra Lakeview Field, delimitado por Lakeview Avenue, Indian Lake Drive y la autopista Bergen Turnpike. Cuenta con un campo de béisbol, un parque infantil y un sendero para pasear alrededor de Indian Lake.
En el lado sur de la ciudad, Losen Slote Creek Park, en Mehrhof Road, es una reserva natural protegida de 28 acres que ofrece senderos naturales y zonas para sentarse y un estanque de agua dulce, así como campos de fútbol y un parque infantil.
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Este proyecto ha sido financiado en su totalidad o en parte por el Instituto de Servicios de Museos y Bibliotecas de los EE.UU. en virtud de las disposiciones de la Ley de Servicios y Tecnología de Bibliotecas, administrada en California por el Bibliotecario del Estado y accesible gracias a una subvención de la Fundación John Randolph Haynes y Dora Haynes y Photo Friends.
Artículo fotográfico fechado el 21 de mayo de 1962 en el que se lee: “Puede que Erika Peters, nacida en Alemania, no sea la única actriz de Hollywood que se dedica a lavar la ropa, pero seguro que es la única que no se avergüenza de admitirlo. De hecho, está muy orgullosa de ello, y con razón. Este manojo de sex-appeal de metro y medio es propietaria de cinco (cuéntelos: cinco) de las lavanderías de bricolaje más lujosas de Los Ángeles. Así que la frase “está limpiando” es doblemente cierta para la Srta. Peters, ya que no sólo es muy activa en los lucrativos campos del cine y la televisión, sino que también está considerada una de las jóvenes empresarias más astutas de la ciudad. No contenta con ser la “reina de las lavanderas de Hollywood”, Erika tiene entre sus intereses empresariales la importación de Volkswagens, propiedades hoteleras en Phoenix y un rancho en Australia. Bueno, eso son negocios, cariño. Yazzuh, yazzuh.”; Véanse las imágenes #00129000 a #00129004 para ver todas las fotos de esta serie.
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Los aventureros pueden cambiarse fácilmente dos o tres veces de ropa antes de cenar, y aunque no seas vanidoso ni te importe la moda, los demás comensales agradecerán que al menos te enjuagues el mal olor.
La mayoría de los hoteles y resorts aceptarán tu ropa sucia y te la devolverán perfectamente doblada en 4-24 horas. Puede que utilicen su propia lavandería o el mismo servicio antes mencionado, pero te costará entre 2 y 5 veces más. Muchos cobran por pieza, entre 1 y 4 dólares.
A los aficionados al bricolaje (o a los que alquilan una casa y se enteran demasiado tarde de que la lavadora está estropeada o falta) les vendrán bien estos consejos para lavar la ropa en un fregadero o lavabo de hormigón (dos fregaderos planos uno al lado del otro, normalmente fuera, cerca del tendedero).
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Para muchas familias de hoy en día, el gran sueño americano de la casa en propiedad se desvanece más rápido que los ranchos del Oeste, y con él se va la alegría de tener tu propia Maytag o Speed Queen nueva, donde puedes lavar sin tener que comprobar si el desconocido que te precedió dejó un montón de pelos de gato en la centrifugadora.
En todo Estados Unidos, se calcula que entre 30.000 y 35.000 lavanderías autoservicio obtienen unos ingresos anuales de varios miles de millones de dólares. Alrededor del 20% de todos los inquilinos de Estados Unidos utilizan lavanderías autoservicio, según una encuesta de la Coin Laundry Association.
Es un elemento de ahorro”, afirma Michael Sokolowski, vicepresidente ejecutivo de la Coin Laundry Association. “En un hogar medio, sobre todo si se hace la colada de una vez, se puede pasar fácilmente todo el día. Pero las lavanderías autoservicio pueden reducir drásticamente ese tiempo”.
Sin embargo, a diferencia de los propietarios, los inquilinos no tienen muchas opciones. Las molestias de su complejo de apartamentos -una sola lavadora y secadora para cientos de personas, por ejemplo, u horarios incómodos en la lavandería- les obligan a unirse a esta próspera subcultura.
